4:50 pm, llego a casa, subo las gradas, Kevin está viendo tele, me le acerco y me da un besito, no se distrae de su actividad predilecta. Emily está en la andadera, me ve, corre con pasos torpes hacia mí, reconoce que su juguete ha llegado a casa, su rostro dibuja una sonrisa con algunos intentos de dientes figurando en ella, mi felicidad, balbuceo y me muestra una sonrisa más marcada que la anterior, le cuento sus dientes, son cinco los que tiene o los que intenta tener, a sus cortos diez meses de edad ya trata de andar y me ve con esos ojitos inocentes que derriten mi alma y me distraen de toda realidad posible en la que vivo, hermosa. Kevin se distrae por un momento para vernos, siente celos, creo yo, y demanda un poco de atención, un abrazo, intercambiamos unas cuantas palabras.
4:53 pm, sentad no muy lejos de mí, la mujer de mis sueños, bella como siempre, con ojos algo cansados y una mirada que a vivas luces denota la felicidad de ver que ha llegado su relevo, todo un día con un par de desastres naturales no ha de ser fácil, un terremoto como Kevin no es fácil de controlar y una tormenta tropical como Emily tampoco, me acerco, le doy su ansiado beso, creo que yo lo necesitaba más, fuerte abrazo y es como tomar el turno de la noche.
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