Te extraño, hace cuánto fue la última vez que te vi, que te sentí cerca de mí, ya no recuerdo, te has ido de mi lado. No dejaste esperanzas escritas en ningún papel, solo tu recuerdo en la esencia del aire en el lugar donde te despediste. Vago es el recuerdo que tengo de ese triste momento, uno que quisiera borrar de mi memoria para no recordarlo más, para fingir que nunca paso, que no te fuiste, que no me dejase, que no me abandonaste y al menos tener la viva impresión que aun estas a mi lado.
Todo aquí me recuerda a ti, todo atrae tu imagen a mi mente, difusa por el tiempo pero tan presente como el sentimiento. Todavía me pregunto por qué me dejaste, ¿o fui yo?, quizá di una razón o solo fue el destino el que te separo de mí. No comprendo la razón por la que te extraño tanto, pero siento morir al no tenerte a mi lado, al no verte por un instante de mi vida, al no sentir tu aroma, ¿por qué me haces tanta falta? Las noches son las peores, la almohada que dejaste todavía tiene tu olor y me hace disfrutar de sueños que terminan en pesadilla al recordar que solo es un sueño, ese aroma que se ha impregnado en cada fibra de mi ser me hace sufrir más que cualquier otro recuerdo de fotografía.
Debería odiarte por este sufrimiento, pero no puedo, por la misma razón por la que te extraño, no lo entiendo. Cada amanecer es frio, no encuentro la razón para que ese sol me despierte cada mañana. nada de lo que haga te hace regresar, cuanto daría por tenerte un instante, un segundo, por sentir tu piel por un momento, acariciar tu cabello entre mis dedos, verte a los ojos, profundos y sinceros, decirte al oído que te amo, susurrarte que te necesito, abrazarte y pegarte a mi como uno solo, sentir tu tibio aliento sobre mí, las cálidas caricias de tu manos, tenerte cerca, solo cerca, solo un poco, solo un momento, solo ese instante que me de vida, que me reviva de este agonizante sentimiento.
Debería odiarte, pero no puedo, es imposible odiar a lo que tanto se ama, pero me lastima mucho este sentimiento.
Debería odiarte, pero no me lo permito. Te necesito, aunque sea en mi recuerdo, aunque sea esa imagen borrosa de tu bello rostro, necesito ese vago recuerdo para seguir vivo, con la ilusa esperanza que regresaras algún día, oír tu voz nuevamente, esa quimérica esperanza de verte otra vez.
Aprender a vivir con este sentimiento no es una alternativa lógica, pero es la única razón que encuentro para estar con vida. Me dejaste con esa esperanza de volverte a ver, lo vi en tus ojos, no dijiste palabras pero sé que tu deseo no era irte, tu mirada te delataba, lo decía todo, hablaba por sí misma, no podías esconder ese sentimiento mutuo de quedarte. Por favor, regresa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario