Un globo elevándose sin aparente destino;
con la cabeza en alto y la vista hacia el globo, un niño con mirada
desconsolada viendo partir su ovalada alegría; un padre estremecido por la
ternura de su hijo y con deseos de consuelo para el pequeño.
Analizando fríamente la escena, parece
algo patético tratar de dar consuelo por algo que parece insignificante, y me
surge la duda, ¿Qué es realmente importante?
Un mundo que ha perdido valores y no distingue
lo que trae felicidad eterna, con una moralidad que no existe o dejó de existir
debido a tendencias imaginarias de alienados a los que les dicen que hacer
porque no tienen cerebro suficiente para hacerlo por ellos mismos, son espejos
e ilusiones que los medios nos hacen creer, al pensar que el consumismo me hará
mejor de lo que soy capaz de ser por mis propias decisiones, nos convertimos en
uno más del montón que deja que sea otro el que piense.
No aprendemos a distinguir lo que
realmente importa. Porque la moda me indica que la familia no es importante y
la, mal llamada, libertad no es otra cosa que esclavitud a lo “moderno” que
dura solo hasta el siguiente atraco de delincuencia, y ¡pum! Se acabo la “felicidad”,
hasta encontrar los medios para darla nuevamente, el libertinaje no es
felicidad y nunca lo será el miedo a la responsabilidad no es libertad.
Un padre saliendo de su casa en dirección
hacia el trabajo, una bebe de dos años y cinco meses se para en frente a las
gradas con ojos de desconsuelo, sin comprender la totalidad de lo que sucede,
sabe a ciencia cierta que no lo vera por un periodo de tiempo inmedible para
ella, ojos cristalizados con lagrimas que afloran amenazan caer sin condición,
se inclina y le da un beso de despedida.
Me parece increíble que el curso de la
historia nos obliga a pasar más tiempo con desconocidos que con familia, pero
la responsabilidad de darle al menos lo necesario a los que sí importan nos obliga a cumplir con algo que no termina
de ser completamente lógico.
Entonces lo que realmente importa es acercarse
a aquel pequeño que ve su globo partir y darle el consuelo que merece, agacharse
y abrazar a la bebe con desconsuelo, darle un abrazo fuerte, mirarla a los ojos
y decirle “Ya regreso”, aunque eso signifique varias horas de diferencia. porque
son ellos los que realmente importan.
muy lindo
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