EL Hoovcar sobrevolaba totalmente impasible sobre la espesa
maleza que aún estaba húmeda por la tormenta del día anterior, los controles de
mando automático pilotaban sin ningún problema a velocidad crucero, el cielo aun
gris y con nubes sumamente oscuras.
En su interior, no se podría hacer distinción entre si
alguien iba en el o si estaba completamente vacío, un silencio profundo reinaba
entre sus pasajeros, ambos sumidos en pensamientos muy profundos. La mirada de
ojos color gris claro de uno de ellos se perdía en el horizonte, el dedo pulgar
de su mano derecha se movía inquieto de arriba abajo, como un tic nervioso, no sabía
exactamente porqué se encontraba exacerbado, había pasado por la misma
experiencia en más de un par de ocasiones y nunca se había sentido con el
tamborileo de mariposas en el estómago, totalmente desconcertado.
La otra pasajera, mucho más tranquila, al menos en el
exterior, no mostraba signos de desesperación o nerviosismo, cabellos largo de
un castaño claro y con una cola de caballo alta, su vista estaba fija en los
controles, sin razón especial, solo viendo las luces parpadeantes indicando que
todo iba bien hasta ese momento en el trayecto recorrido.
“Te ves nervioso”, comentó Tam, “y un poco distraído, ¿hay
algo malo con este visitante?”
“No que yo sepa, según todos los informes no es más que otra
visita oficial, me supongo que desean ver cómo está el progreso de los tratados
o algún otro detalle sin importancia. Les encanta inmiscuirse en nuestros
procesos”, contesto Erick, “Pero no puedo negar que algo me incomoda de esta
visita, no sé lo que sea, pero algo no me parece normal”.
Hacía muchos años que no tenían una visita inesperada en el
planeta. Siempre recibían a comerciantes, turista y aquellos viajeros que solo
descansan una noche, ninguno de estos necesitaban de un recibimiento oficial. Este
visitante era diferente, las especies no siempre se juntaban sino bajo razones
muy especiales y raras, los años de desconfianza y enemistad habían pasado sin
embargo aún no había un trato totalmente equilibrado, se tenían sus reservas.
Aunque eran muy parecidos e incluso se podrían considerar como humanos, las
mismas características predominaban, a simple vista no se podría hacer
distinción alguna, unos cuantos centímetros más bajos y bellos más abundantes
sobre los brazos serían las únicas tipologías diferentes, prácticamente
humanos, no, humanos realmente, pero de otro mundo, por ese simple hecho se
trataban como especies diferentes.
***
Los Kevondianos, como se hacían llamar, eran criaturas
altamente inmutables y analíticos con todo lo que era conocido a su alrededor.
Cuando la sonda Voyager 1 fue capturada en el campo gravitacional del planeta
Kev muchas décadas después de su lanzamiento en la tierra, habían bloqueado
toda emisión radial de esta para evitar alertar de su existencia a quien hubiese
enviado aquel artefacto. No era una tecnología muy avanzada, pero contenía
información de increíble valor para ellos. Después de todos los análisis
practicados al artefacto, detectaron y rastrearon la trayectoria que había
seguido la sonda. No les resulto complicado en absoluto crear su propia sonda para
enviarla dirección a ese planeta desconocido, después de todo, estaban
fascinados con la idea de comunicarse con otra especie inteligente. Ya habían
colonizado 16 mundos de diferentes sistemas solares dentro de su propia galaxia,
todos ellos tuvieron que ser kevondformados para ser habitables, y en ninguno de ellos
encontraron vida inteligente, en muchos casos, no encontraron vida en absoluto
y la formación tuvo que ser completa. Conocer
a aquellos que habían enviado la sonda les abría un mundo de curiosidad
como nunca lo habían experimentado.
Para los humanos fue una experiencia similar, al detectar
que el Voyager dejó de enviar las señales a las que estaban acostumbrados, la
primera impresión que tuvieron fue la más lógica, <<Dejo de
funcionar>>, después de todo, ya contaban muchas las décadas desde que
fue lanzado. Pero después del análisis de los últimos datos recibidos, como
rutina siempre analizaban todos los datos en más de una ocasión, les dividía la
posibilidad de que algo más pudo haber pasado. Era probable que la exploración
espacial terrestre hubiera tenido sus frutos después de todo, y no fue el hecho
de no tener datos después de la falta de emisión de la sonda, detectaron un
objeto viajando a una velocidad impresionante con dirección a la tierra,
estaban completamente seguros que no era la sonda envidad de regreso, la
velocidad era excesiva para aquella arcaica aeronave…
Continuara…
No hay comentarios:
Publicar un comentario